Permítanme por favor compartirles completita una publicación que me encontré en Facebook, de un perfil llamado BÚHO MEXIQUENSE, que no tiene desperdicio porque retrata perfectamente al actual gobierno municipal de Cuautitlán Izcalli y al sujeto que lo encabeza, de quien NO podemos decir que nos engañó, porque desde su llegada a Izcalli, procedente de Atizapán, sus mismos correligionarios nos mostraron la calaña de hombre que es, describiéndolo con el sobre nombre tan adecuado que se ganó por sus acciones desde que ingresó a Morena: DANY MOCHES.

Lean entonces lo que en este texto dicen de él, su gobierno, sus relaciones con las de más arriba y sus PLANES para NO perder el poder en Izcalli y un presupuesto de casi 3,500 MILLONES de pesos anuales:

*Sismógrafo Mexiquense*
“Morena y su vocación de autodestrucción”
*El partido que se devora a sí mismo:

Morena llegó a Cuautitlán Izcalli envuelto en la PROMESA DE CAMBIO, de la regeneración moral, la cercanía con la gente y el combate a la corrupción. Hoy, esa narrativa se derrumba ante un hecho irrefutable: “el partido se está devorando a sí mismo”. El cobro de facturas internas del morenismo local alcanzó un punto de no retorno, marcado por las pugnas de poder, prácticas cuestionables y un gobierno municipal cada vez más distante de la ciudadanía. La irrupción de un POLÍTICO AJENO al municipio, como lo es Daniel Serrano Palacios, sólo profundizó las divisiones internas, al caracterizarse por ser un LÍDER SECTARIO Y EXCLUYENTE, que desconfía de todo aquel líder de izquierda que no se someta a su grupo y sus directrices. Como resultado, Morena se transforma cada vez más en todo aquello que juró combatir.
*“Los Puros”: el grupo que cobra por respirar.
El grupo encabezado por el alcalde Daniel Serrano, autodenominado “Los Puros”, arribó al poder de la mano de una característica interna: el desarrollo de una estricta política de control mediante “aportaciones al movimiento”, conocidas comúnmente como “MOCHES”, ya sean materiales, humanos o monetarios, método ideado por su dirigente para hacerse de recursos para su operación política.
Construyó una estructura paralela de COBROS, DISFRAZADOS de apoyo partidista que, en la práctica, funciona como un sistema de “MOCHES” institucionalizado, utilizando en principio y de manera descarada, la figura del expresidente Andrés Manuel López Obrador para atraer simpatizantes. Todos deben aportar algo para ser partícipes del liderazgo de Serrano Palacios, principalmente los funcionarios públicos que le deben el favor de haberlos promovido. Cargos, permisos, contrataciones o simples autorizaciones administrativas -todo tiene un costo-, lo que ha generado un ambiente de MIEDO Y SUMISIÓN entre los funcionarios.
El “movimiento” se ha convertido en un NEGOCIO REDONDO donde la lealtad se mide en PE$O$ y no en principios.
*Los huérfanos del movimiento:

Al margen de ese círculo cerrado de “Los Puros”, sobreviven los líderes locales izcallenses, sistemáticamente EXCLUIDOS del gobierno municipal; desde su campaña electoral, Serrano Palacios cometió un ERROR político de principiante: se negó a transigir con los referentes municipales de izquierda, perdiendo valiosos aliados y poniendo en riesgo la gobernabilidad, ya que esos liderazgos ahora juegan en su contra. La desmedida ambición del alcalde por controlar y hacer uso unipersonal de cada centavo del presupuesto, ha dejado de lado alianzas que podrían haberle favorecido, pero AL NEGARSE A ARROPAR A LAS BASES morenistas que lo ayudaron al triunfo y colocar en puestos clave a PERSONAJES AJENOS a Cuautitlán Izcalli, ha generado un profundo malestar que YA HA COMENZADO A DESGASTAR SU IMAGEN con MÚLTIPLES MANIFESTACIONES frente al palacio municipal.
*La paradoja del poder: de movimiento a “maquinaria”.

Cuautitlán Izcalli vive hoy una contradicción ideológica: CORRUPCIÓN, OPACIDAD, INEFICIENCIA administrativa y PREPOTENCIA de funcionarios, son ahora las marcas de la casa.
El discurso de LA “TRANSFORMACIÓN” SE AGOTÓ en los actos protocolarios y la “austeridad republicana” sólo se cumple hacia abajo: los trabajadores padecen despidos, recortes y retrasos; mientras los cercanos al alcalde presumen sueldos elevados, camionetas y contratos. Nada los diferencia de administraciones anteriores: Serrano Palacios percibe el mismo sueldo que su antecesora panista. En síntesis: el estilo de Serrano Palacios provocó que el “movimiento” terminara convertido en una empresa de control político y beneficio económico.

*El juego de la REELECCIÓN.
Consciente de su desgaste, Daniel Serrano apuesta por sobrevivir políticamente, según versiones al interior de MORENA. El “Plan A” es claro: REELEGIRSE. No soltar el poder, ni el jugoso presupuesto. Pero el alcalde sabe que la militancia está cansada y los números difícilmente le serán propicios. El Plan B: Impulsar a un personaje local, dependiendo de la determinación de género del CEN de MORENA.
Serrano Palacios podría impulsar a un personaje como Marco Ramírez Ramírez, director del Deporte y actual presidente municipal suplente, quien hasta ahora ha preferido tener un perfil bajo, pero que en los hechos, posee el control territorial de las bases morenistas, arrebatadas a Xóchitl Zagal Ramírez, diputada federal quien rompió políticamente con Serrano Palacios. Sin embargo, Marco Ramírez sigue teniendo buena relación con Xóchitl Zagal ya que como grupo local, siguen jugando sus cartas y participan en varias pistas a fin de garantizar su vigencia política.
Por otra parte, si el CEN de MORENA en un acuerdo cupular con la Gobernadora, decide realizar un enroque y lanzar a la presidencia municipal a Xóchitl Zagal, entonces Serrano Palacios tendría un buen interlocutor con Marco Ramírez para que le garantice IMPUNIDAD y cubran sus espaldas al dejar la presidencia municipal; estableciendo un posible pacto, para dejar piezas clave en el ayuntamiento y seguir expoliando los recursos públicos.


Es así como Serrano Palacios lanza sus alfiles públicamente para que reciban el desgaste, como son FERNANDO VÁZQUEZ, actual director de Democracia Participativa, quien funge como su sombra dentro del ayuntamiento pero que muestra una EVIDENTE FALTA DE CAPACIDAD política para operar. De igual forma, les da juego a las mujeres, en caso de que la candidatura tenga que caer en una de ellas, como son: su vecina, la síndica MARÍA BARBOSA y PERLA IVONNE BLANCO, secretaria del Ayuntamiento. Ambas, personas INCONDICIONALES, pero SIN PRESENCIA TERRITORIAL y con total dependencia política del alcalde.
Cualquiera de los escenarios tiene un mismo fin: mantener el control del aparato municipal y cerrarle el paso a actores políticos como KARIM CARVALLO, ex alcalde del PRI y flamante diputado local impulsado por el grupo de Higinio Martínez Miranda, enemigo jurado de Serrano Palacios. En tanto, Xóchitl Zagal trata de ampliar su esfera de influencia estableciendo alianzas estratégicas, como es el caso del acercamiento con Horacio Duarte, mediante su operador político, Alejandro Viedma, actual subsecretario general de Gobierno, quien se ha dado a la tarea de cooptar a todos los liderazgos locales que ha dejado sueltos Daniel Serrano, quien en su ambición por ser Presidente municipal de Cuautitlán Izcalli, ABANDONÓ A SU SUERTE a casi todos sus seguidores, tanto en el municipio, como en el resto del Estado.
Para contrarrestar la influencia del grupo Texcoco, Serrano Palacios se desvive por congraciarse con la GOBERNADORA y la PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA facilitando sus acciones de gobierno. En este contexto, el alcalde busca refugio en la tutela política de Juan Carlos González Romero, actual titular de la Secretaría del Bienestar estatal, quien tiene una pugna sorda con Horacio Duarte Olivares por alcanzar la candidatura al gobierno del Estado.
Lo que falta por verse en esta ensalada de intereses -y será determinante- es cómo reaccionará la BASE MILITANTE, esa que alguna vez creyó que el poder era para servir y no para cobrar “aportaciones”.
*Una AUTODESTRUCCIÓN anunciada.

Aún cuando el desgaste del gobierno local parece irreversible, la DIRIGENCIA ESTATAL guarda un silencio elocuente: son conscientes de que intervenir, sería reconocer el FRACASO de uno de sus bastiones electorales más visibles en el Valle de México y por otra parte, la caída de Serrano Palacios podría neutralizar un liderazgo poco confiable que amenazaba con salirse del control de los texcocanos.
Mientras la ciudadanía acumula QUEJAS, los “puros” siguen cobrando pureza a tarifas variables. El resultado: un partido fracturado, un GOBIERNO REPUDIADO y una oposición que no necesita ganar elecciones, porque el alcalde se encarga de PERDERLAS.